Nutrición inteligente

¿Qué es la nutrición?

Primero vamos a explicar la diferencia entre nutrición y alimentación:

La alimentación es el proceso por el que la persona, de forma voluntaria, selecciona los alimentos, los cocina e ingiere. Este proceso está influido por múltiples factores como por ejemplo nuestra cultura, preferencias, región, aspectos psicológicos, moda, publicidad…
La nutrición es el conjunto de procesos mediante los cuales nuestro organismo incorpora, transforma y utiliza los nutrientes que contienen los alimentos. Nuestro cuerpo necesita los nutrientes para poder tener energía durante el día, prevenir enfermedades, mantener nuestras estructuras corporales y regular los procesos metabólicos entre otras. Por ello es muy importante hacer hincapié en este aspecto ya que para mantenernos saludables debemos elegir de forma inteligente que nutrientes necesitamos y por lo tanto saber que alimentos debemos elegir.

Enseñame algún ejemplo

Grasas

Son una fuente de energía, además de ayudarnos a absorber vitaminas y a fabricar hormonas y otros compuestos necesarios para el funcionamiento de nuestro cuerpo. Tienen el valor calórico más alto, de 9kcal/gr. Se recomienda consumirlas con moderación, y que no representen nunca más del 25% en nuestra dieta

Existen fundamentalmente dos tipos:

Saturadas: Son sólidas a temperatura ambiente. Se encuentran en carnes y productos lácteos y se recomienda que el 5-6% de las kcal diarias procedan de este tipo de grasas ya que tienden a elevar los niveles de colesterol y el peso.
Insaturadas: Suelen ser líquidas a temperatura ambiente y se suelen encontrar en aceites vegetales, frutos secos y pescados. Este tipo de grasas son mas saludables e importantes para multitud de procesos metabólicos por lo que es muy importante incluirlas en la dieta, correspondiendo al 20-25% de las calorías diarias

Carbohidratos

Constituyen la principal fuente de energía rápida que usa nuestro organismo, ya que la glucosa es uno de sus componentes principales. Tienen un valor calórico de 4kcal/gr. Tradicionalmente se recomienda que representen el 55-60% del total de las calorías de la dieta.

Se diferencian en tres tipos principales:

Los azúcares: que incluyen tanto los que se encuentran de forma natural en las frutas, verduras y leche, como los que pueden agregarse a los alimentos. Son hidratos de carbono simples.
Los almidones: los cuales se encuentran en los cereales, pan, pasta y vegetales como las patatas, el maíz o los guisantes entre otros. Son hidratos de carbono complejos que el cuerpo descompone en azúcares simples.
La fibra: que se encuentra principalmente en alimentos de origen vegetal como las frutas, verduras, semillas, granos integrales o frutos secos. Se trata de un hidrato de carbono complejo que el cuerpo no puede descomponer. Su consumo es beneficioso para ciertos problemas como por ejemplo el estreñimiento, control del colesterol y el azúcar en sangre.

Proteínas

Son compuestos necesarios para crear la estructura, regulación y funcionamiento de los órganos y tejidos del cuerpo, además de usarse para formar los jugos gástricos, las vitaminas, las hormonas, la hemoglobina, las enzimas y los anticuerpos. En cuanto a la nutrición, es importante que constituyan aproximadamente 15% del total de calorías de la dieta. Su valor calórico es de 4kcal/gr.

Están formadas por unidades más pequeñas, denominadas aminoácidos:

Como alimentarse de forma inteligente

Para alimentarse de forma inteligente es importante tener unos conocimientos previos con el fin de elegir alimentos saludables con un alto nivel nutricional, es decir, saber qué alimentos escogemos para el buen funcionamiento de nuestro organismo basándonos en la calidad y los beneficios que cada alimento nos aporta. En resumen, es comer con la cabeza.

Por ello no es tan importante contar las calorías que ingerimos ni seguir una dieta, sino tener en cuenta la calidad de dichos alimentos. Esto se resume en elegir productos con alto nivel nutricional, dejando de lado en lo posible los productos procesados y centrarnos en los productos reales, es decir, en materias primas, que suelen ser alimentos frescos que no han sufrido ningún procesamiento, disminuyendo así excesos de azúcares y grasas saturadas.

Es importante añadir siempre el consumo de agua, mínimo de 1,5 L diarios, además de ejercicio físico, clave para mantenernos saludables y en nuestro peso, reduciendo riesgos cardiovasculares que derivan de la mala alimentación y del sedentarismo.

Muchas veces lo fundamental es volver a aprender cómo comer. Fijarnos desde que planeamos el menú, cuando hacemos la compra, al cocinar y finalmente cuando comemos. En IGED queremos acompañarte en este aprendizaje y guiarte durante todo este proceso para mejorar tus hábitos y tu salud.