Cáncer de colon
¿Qué es el cáncer de colon?
Es el tumor más frecuente diagnosticado en España, y se debe a un crecimiento anormal de algunas células de la pared del intestino grueso (también llamado colon). Estas células crecen de forma desordenada, anormalmente rápida, pudiendo afectar a cualquier parte del espesor de la pared intestinal. El tumor más frecuente del colon se origina de una lesión que llamamos pre-maligna y que popularmente se conoce como pólipo, y más específicamente adenoma. Con el tiempo estos pólipos o adenomas pueden transformarse en una lesión más compleja, que llamaremos cáncer de colon.
Es más frecuente su aparición a partir de los 50 años, en concreto en torno a los 70. Por suerte debido a los programas de cribado y al tratamiento precoz tiene una excelente supervivencia, superior al 65% a los 5 años. Estos datos mejoran de forma importante si la lesión se diagnostica a tiempo.
¿Qué es un pólipo de colon?
Un pólipo es un grupo de células que se multiplican a un mayor ritmo de lo habitual, formando un pequeño bulto en la piel del intestino grueso. Estos pólipos son el primer peldaño en la evolución hacia un cáncer de colon, puesto que con el tiempo estos pólipos pueden evolucionar poco a poco en lesiones más grandes y se pueden transformar en un tumor de células malignas. Por ello es especialmente interesante detectarlos cuanto antes, ya que será más fácil y efectivo extirparlos en fases tempranas, en esto se basa el diagnóstico precoz y los programas de cribado de cáncer colorectal.
¿Cómo se detectan los pólipos y el cáncer colorrectal?
Hay varias pruebas diagnósticas que tu médico puede pedir para diagnosticar tanto pólipos como cáncer de colon:
Sangre Oculta en Heces
Es una prueba NO invasiva, en la que el paciente debe recoger una muestra de heces que se analizará en laboratorio. La presencia de sangre en pequeñas cantidades (no visibles al ojo humano, de ahí el término “oculta”) sirve para predecir la presencia de alguna lesión en el intestino que pueda causar este sangrado. Hay múltiples causas además de los pólipos y el cáncer de colon que pueden dar positivo en esta pruba, como los divertículos o las hemorroides. Es una prueba inicial muy valiosa pero que no nos confirma el origen del sangrado, por ello requiere de una segunda prueba confirmatoria.
Colonoscopia
Es la prueba que más información nos aporta. Nos permite visualizar toda la superficie del intestino, localizar y valorar completamente las lesiones. Gracias a los medios actuales podemos llegar al diagnóstico de la lesión en muchos casos, gracias a la magnificación y a la cromoendoscopia, dos técnicas de caracterización avanzada muy precisas. Además durante la colonoscopia podemos tomar muestras en caso de que queden dudas sobre el diagnóstico. Por último, es posible extirpar en el mismo acto la mayoría de los pólipos si se detectan de forma precoz.
Colonoscopia Virtual
Titular de los derechos: Science Photo Library, NTB
Fuente: http://www.scanpix.no
Se trata de una reconstrucción radiológica del colon que se hace mediante un escáner. Nos permite ver lesiones de la pared del colon, pero no nos permite tomar muestra de las mismas ni extirparlas.
Colonoscopia
Tiempo procedimiento
20-30 minutos
Anestesia Sedación
Profunda
Hospitalización
No
Recuperación
Rápida: 2h
¿Qué síntomas puede dar el cáncer de colon:
El crecimiento anormal de estas células puede causar distintos síntomas en función de la localización y las características de la lesión. Lo síntomas más frecuentes son:
Cambios en el ritmo intestinal: O bien ir más veces al baño, con heces de menor consistencia o bien dificultad para realizar la deposición por obstrucción del intestino. En ocasiones también puede cambiar el calibre de las heces, siendo más estrechas por la compresión del tumor
Sangrado: Si la lesión se encuentra en la parte más cercana al ano, el sangrado será de sangre roja, fresca, frecuentemente mezclada con las heces. En caso de que esté en tramos más alejados, suele tener un color más oscuro, ya que está parcialmente digerida. Además, el sangrado frecuente, aunque sea en pequeñas cantidades, puede causar anemia.
Dolor: Suele aparecer en fases muy avanzadas. Generalmente se trata de un dolor continuo, sordo y que aparece en la región afectada por el tumor.
Pérdida de peso: Relacionada con el crecimiento del tumor, que implica un importante consumo de energía.
¿Cómo se tratan los pólipos y el cáncer colorectal?
El tratamiento dependerá fundamentalmente de las características y la localización de la lesión. No se trata igual un pequeño pólipo en recto (la última porción del intestino grueso) que un cáncer de colon avanzado en el colon ascendente (el segmento más cercano al intestino delgado).
Los pólipos se pueden extirpar con diversas técnicas en función de su tamaño y forma:
Biopsia: En ocasiones para pólipos de muy pequeño tamaño es suficiente con una pequeña biopsia que se realiza con una pinza a través del colonoscopio. Es una técnica de muy bajo riesgo, pero solo válida para lesiones muy precoces. Además, así podemos analizar la muestra obtenida.
Polipectomía: Es la técnica con la que extirpamos lesiones de tamaño intermedio que son las más frecuentes. Gracias a un asa de metal trenzado, parecida a un lazo, se abarca la lesión por completo y se quita, en ocasiones mediante un corte mecánico y en otras, mediante corriente eléctrica
Resección mucosa endoscópica (RME o Mucosectomía): Es una técnica más compleja reservada para lesiones de mayor tamaño o que presentan algunas características que impiden su extirpación mediante las técnicas anteriores. Se trata de una intervención más delicada, que se realiza a través del colonoscopio (Sin incisiones). Gracias a un instrumento llamado asa de diatermia, se realiza un corte eléctrico de la capa más superficial del colon, permitiendo extirpar la lesión “en bloque” y con suficiente margen. Esto permite realizar un análisis preciso de la lesión en laboratorio y así asegurar la extirpación completa y segura da la lesión. Esta técnica también implica mayores riesgos, siendo los más frecuentes el síndrome postpolipectomía, la hemorragia y la perforación de colon.
Resección Mucosa endoscópica
Tiempo procedimiento
45-60 minutos
Anestesia Sedación
Profunda
Hospitalización
No
Recuperación
Rápida: 2-4h
Disección submucosa (DSE): Es una técnica endoscópica compleja reservada para lesiones de gran tamaño o en las que sospechamos que pueda haber invasión de las capas superficiales de la pared del intestino. Se trata de una intervención endoscópica laboriosa, que va separando el tejido sano del patológico mediante un bisturí específico. Es un procedimiento largo y no exento de complicaciones, pero que permite curar lesiones inaccesibles a otras técnicas con una excelente recuperación.
Cirugía: En caso de lesiones más voluminosas, localizaciones poco accesibles o que afectan a varias capas de la pared del intestino grueso es preciso operar el intestino y retirar el segmento afecto del colon. En función de la localización y la profundidad de afectación de la lesión se realizará una u otra técnica quirúrgica y se extirparán también los ganglios de la región afectada por el tumor.
Quimioterapia: Es un tratamiento farmacológico mediante agentes que atacan a las células tumorales. Puede ser en forma de pastillas o por vía intravenosa, en función del fármaco adecuado a cada situación. En general es un tratamiento de apoyo a la cirugía y puede darse previo a ésta (neo adyuvante) o tras la misma (adyuvante).
Radioterapia: Consiste en la aplicación de radiación en la región del tumor. Esta radiación afecta de forma especial a las células tumorales, dañándolas y haciendo que no se puedan reproducir. Es especialmente útil en los tumores del recto (la última porción del intestino). Generalmente el tratamiento se administra en varias sesiones consecutivas previa planificación y requiere de unas medidas de seguridad controladas.
Preguntas frecuentes
La duración habitual de la prueba es de unos 30 minutos, pero puede variar en función de la limpieza, la dificultad para acceder a todo el intestino y los hallazgos que encontremos durante la exploración.
Si, para permitir una buena visión a la hora de introducir el endoscopio y aun más importante, para permitir una valoración adecuada del intestino grueso hay que hacer una preparación previa, que eliminará los restos del intestino, dejandolo limpio antes del procedimiento. La preparación variará en función de las características del paciente, el horario de la prueba y las necesidades de la exploración. En general suele constar de unos días de dieta «baja en residuos» para que haya los menores restos posibles, el día previo a la prueba una dieta líquida y la toma de una preparación laxante específica con abundantes líquidos.
Por norma general sí que se deben tomar las medicaciones habituales salvo algunas excepciones importantes que conviene preguntar a nuestro médico. Estas medicaciones más especiales son las relacionadas con la diabetes como las insulinas y las relacionadas con la coagulación de la sangre: antiagregantes y anticoagulantes. En caso de que no sepas qué hacer, lo mejor es que nos preguntes antes del procedimiento para poder asesorarte lo mejor posible
La recuperación suele ser rápida, y a los 30 minutos de completar el procedimiento se suele estar en buenas condiciones para irse de alta. Ojo, esto no quiere decir hacer una vida normal, pues los efectos de la sedación sobre los reflejos pueden durar varias horas, por eso no debe conducir ni realizar trabajos de precisión o responsabilidad tras la sedación.
Respecto a las molestias tras la prueba, son infrecuentes, aunque si es normal sentir hinchazón, que se alivia con la expulsión de los gases. Es normal que durante unos días el ritmo intestinal no se regularice, pueden pasar incluso 3 días sin que tengamos necesidad de ir al baño.
Lo más importante es que puedas resolver todas tus dudas antes de la prueba. Que seas consciente de la preparación intestinal y la empieces con tiempo, planificando las comidas de esos días y tu vida social. Acuerdate de que es mejor acudir con compañia a la prueba, pues al salir no se debe conducir, y puedes estar algo desorientado tras la sedación. Por último debes recordar leer y firmar el consentimiento informado que te daremos en consulta, explicando los riesgos y beneficios, y así podrás preguntarnos cualquier duda con tiempo, antes del procedimiento.